El Congreso del Estado le rindió homenaje con motivo del Centenario de su natalicio.
“¡Justicia poética! hizo Juan Nepomuceno a todas las mujeres violentadas, a los hijos olvidados, a los huérfanos, al pequeño propietario de tierra asesinado por la ambición del terrateniente. Su obra nos recuerda a los políticos que nuestra obligación es construir y posibilitar acuerdos que permitan no sólo el bienestar social de los grupos más vulnerables, sino garantizar la justicia para todos los ciudadanos”.
Así lo manifestó el Presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, Diputado Ismael del Toro Castro, en la Sesión Solemne con la que se honró al escritor jalisciense Juan Nepomuceno Pérez Vizcaíno, el nombre civil de Juan Rulfo, en el primer centenario de su natalicio, autor de la novela “Pedro Páramo” y el libro de cuentos “El Llano en Llamas”, que académicos e intelectuales “consideran una obra canónica no sólo de la literatura jalisciense, mexicana o escrita en castellano, sino universal”, añadió.
“Como obra canónica de la literatura admite toda clase de interpretaciones, desde aquella que observa a Pedro Páramo “como una puesta en escena involuntaria del Leviatán de Thomas Hobbes, en la que sin el poder del Estado los hombres coexisten en permanente lucha por sobrevivir en una estructura sin ley, o aquella otra que la interpreta como un sufragio por las almas de los fieles difuntos y a través de la escritura laica se evoca a quienes ya no están, porque con el solo hecho de evocar a los muertos, se realiza un pequeño acto de resurrección que concilia con la vida”, explicó.
La LXI Legislatura del Estado de Jalisco celebra el Centenario del natalicio de Juan Rulfo, como lo hizo con el Centenario de la Constitución, porque “ésta establece el Estado de Derecho y la convivencia social entre los ciudadanos, y la obra de Juan Nepomuceno instituye la justicia poética que las estructuras de gobierno no pueden ofrecer al ciudadano cuando el Estado se ve rebasado y se alza el cacique sobre los designios de la gente”, subrayó.
Con la presencia del Gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz y del Magistrado Salvador Cantero Aguilar, en representación del Supremo Tribunal de Justicia y los familiares de Juan Rulfo, así como de otras personalidades de la vida política y cultural del Estado, el Diputado Del Toro Castro indicó: “así de prodigiosa es la obra de Juan Nepomuceno, que admite diversas y plurales interpretaciones, y que a los lectores sigue conmocionando hasta el tuétano”.
Eugenio Partida
El siguiente en participar fue Eugenio Partida, quien recibió el premio “Juan Rulfo” en los años 1987 y 1988. Recordó que hace 100 años nació el escritor jalisciense autor de Pedro Páramo, novela que se entregó a las prensas del Fondo de Cultura Económica.
Señaló también que tres años antes había entregado el Llano en Llamas y que en el año de 1958 se realizó la primera traducción de la novela de Rulfo, lo que inició el proceso de internacionalización de esta gran obra de la literatura universal, enseguida leyó un fragmento de la novela para concluir su colaboración.
Luis Jorge Aguilera
En su intervención desde la Tribuna, el escritor Luis Jorge Aguilera Gómez, autor de algunas obras poéticas, manifestó que Juan Rulfo es el poeta de la prosa que dijo de sí mismo “soy un fantasma”, creando una fantasmagoría de susurros en la que el devenir de los años ha sabido reconocer una mitología de sueños, de apariciones y espantos que emanan de la fisura de la soledad y la muerte, sus propias pesadillas.
Continuó expresando las características literarias de la obra de Rulfo, como la presencia que “nos trascenderá a todos. Ese mismo destino implacable con el que signó a sus personajes, le ha asegurado un lugar entre los clásicos”, de la literatura mundial.
Juan Pablo Rulfo
El hijo del personaje homenajeado, Juan Pablo Rulfo, agradeció a nombre de su familia la distinción que tuvieron para con su padre, quien aún vive en el imaginario colectivo de Jalisco y de la humanidad.
“Quién hubiera pensado que vivirías más de 100 años, tú mismo que intentaste desaparecer, olvidarte de ti y entregándonos lo mejor de ti para poder estar seguros de permanecer”, expuso el heredero.
Cuento de Luvina
Enseguida se presentó en las pantallas del Recinto Legislativo, el video del Cuento de Luvina, narrado por el propio Juan Rulfo, en el que manifiesta: “Me parece que usted me preguntó cuántos años estuve en Luvina ¿verdad?. La verdad es que no lo sé. Perdí la noción del tiempo desde que las fiebres me lo enrevesaron, pero debió haber sido una eternidad. Y es que allí el tiempo es muy largo. Nadie lleva la cuenta de las horas ni a nadie le preocupa cómo van amontonándose los años. Los días comienzan y se acaban, luego viene la noche. Solamente el día y la noche hasta el día de la muerte, que para ellos es una esperanza”.
Otra parte del cuento expresa que “mientras tanto, los viejos aguardan por ellos y por el día de la muerte, sentados en sus puertas, con los brazos caídos, movidos sólo por esa gracia que es la gratitud del hijo…solos en aquella soledad de Luvina.
“Un día traté de convencerlos de que se fueran a otro lugar, donde la tierra fuera buena. ¡vámonos de aquí!, les dije, no faltará el modo de acomodarnos en alguna parte. El gobierno nos ayudará. Ellos me oyeron sin parpadear, mirándome desde el fondo de sus ojos, de los que sólo se asomaba una lucecita allá muy adentro.
“¿Dices que el gobierno nos ayudará, profesor? ¿Tú conoces al gobierno?, Les dije que sí. También nosotros lo conocemos, da esa casualidad. De lo que no sabemos nada es de la madre del gobierno.
“Yo les dije que era la Patria. Ellos movieron la cabeza diciendo que no y se rieron. Fue la única vez que he visto reír a la gente de Luvina. Pelaron sus dientes molenques y me dijeron que no, que el gobierno no tenía madre.”
“Y tienen razón ¿sabe usted? El señor ése sólo se acuerda de ellos cuando alguno de sus muchachos ha hecho alguna fechoría allí abajo. Entonces manda por él hasta Luvina y se lo matan. De ahí en más no saben si existe”.
Leer a Rulfo es viajar por Jalisco: Aristóteles Sandoval
El gobernador del Estado de Jalisco, Aristóteles Sandoval Díaz, señaló que todos están ampliamente orgullosos de la cultura jalisciense, y que parte de ella es la obra y legado de Juan Rulfo.
“La obra de Juan Rulfo: letras de un coloso de la literatura mundial, a través de la palabra construyó un mundo fantástico y al mismo tiempo lleno de referencias a la geografía en la que transcurrieron sus vivencias, en sus páginas se reproduce Jalisco en detalles, ese estado profundo e ícono de todo nuestro país ante el resto del Mundo”.
Agregó que el originario de Sayula, Jalisco, dejó una obra que no conoce de fronteras físicas, y gracias a su calidad llevar “un texto de Rulfo es como viajar bajo el brazo un pedazo de México y Jalisco, esa geografía tan propia de los alrededores de Sayula y San Gabriel”.
Se exponen documentos
Al término de la Sesión Solemne, el Presidente de la Mesa Directiva del Congreso, el Gobernador del Estado y el hijo de Juan Rulfo, abrieron la pequeña exposición de los siguientes documentos, en el Museo de Sitio del Poder Legislativo:
Acta de Nacimiento de Juan Nepomuceno, en el Libro de Nacimientos 1917, de Sayula. Archivo del Registro Civil del Gobierno del Estado de Jalisco. Fe de Bautismo de Carlos Juan Nepomuceno. Libro de Bautismo de Hijos Legítimos. Archivo de la Parroquia de la Inmaculada Concepción, Sayula. Informaciones Matrimoniales de Juan Nepomuceno Pérez Rulfo Vizcaíno y Clara Aparicio Reyes. Archivo de la Parroquia del Sagrario Metropolitano de Guadalajara.
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