DECLARATORIA PARA CONTINUAR EL IMPULSO DE UNA POLÍTICA SALARIAL QUE DIGNIFIQUE A MILLONES DE MEXICANOS

El compromiso de pugnar y continuar en el esfuerzo para que el país tenga una política salarial que lo coloque en sintonía con los grandes cambios económicos del mundo, así como que se revalore el trabajo duro y honesto en la legalidad, para beneficio de millones de mexicanos y que con ello se impulse el nuevo consumo en el mercado interno y la economía de la nación, es la esencia del acuerdo pactado por el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinoza y el Alcalde Enrique Alfaro Ramírez, al firmar la “Declaración de Guadalajara” como parte final del Foro “Salario Suficiente y Dignidad en el Trabajo”, efectuado en el Congreso del Estado.

Al dar a conocer los puntos fundamentales de este pacto, el diputado Ismael del Toro Castro, coordinador del grupo parlamentario del Partido Movimiento Ciudadano y promotor del Foro, leyó el contenido de la “Declaración de Guadalajara”, signado por quienes gobiernan las dos ciudades más importantes del país:

“1.- Resulta ya evidente, gracias a las cifras oficiales, que los bajos ingresos que percibe una amplia porción de trabajadores mexicanos se han convertido en el factor más importante que explica las causas de la persistencia de la pobreza en nuestro país. Los salarios --y especialmente los salarios mínimos-- son insuficientes para llevar una vida digna y lanzan un mensaje ominoso a la sociedad mexicana: trabajar honradamente no es suficiente para salir de la pobreza, incluso de la pobreza extrema.

“2.- Un salario mínimo por debajo de la línea que marca la canasta alimentaria, constituye una de las más graves deformaciones no sólo de nuestra economía, sino también de nuestros valores como sociedad. Resulta inaceptable que para millones de mexicanos el trabajo formal lejos de constituir una vía para su dignidad, su prosperidad, su desarrollo, se haya convertido en un factor que perpetúa su empobrecimiento.

“3.- No solamente eso: salarios tan bajos, además de afectar la vida de millones, perjudican a la economía mexicana en su conjunto, porque estrechan el consumo, la demanda y limitan la dinámica de todo el mercado interno, Por esa otra razón es imperativo fortalecer la capacidad de consumo de los trabajadores.

“4.- Así pues, a dos años de que la Ciudad de México convocó a un gran debate nacional en torno a la ineludible necesidad de aumentar los salarios mínimos, los que suscriben la presente Declaración queremos llamar la atención del Gobierno Federal y de las autoridades laborales para que, por mandato constitucional y usando las atribuciones que la ley les confiere, pongamos en marcha --cuando antes-- una nueva estrategia para la política salarial. Sabemos que la regulación laboral es una materia federal, pero los gobiernos locales estamos listos para apoyar esa nueva era de recuperación salarial.

“5.- Consideramos que el primer paso comienza por la base, entre los que menos ganan, con un aumento en el salario mínimo hasta un nivel que permita la adquisición de la canasta alimentaria para el trabajador y un dependiente económico, de tal forma que puedan abandonar la situación de pobreza de hambre. Este aumento ronda los 16 pesos diarios, una cifra modesta, pero sus efectos materiales, económicos y en el ánimo de los trabajadores serían inmediatos. Tras ese primer aumento --posible y aplicable en este mismo año-- se debería construir una ruta, con medidas adicionales, con el objetivo de que en el mediano plazo todos los trabajadores mexicanos puedan gozar de la vida digna a la que tienen derecho.

“6.- México atraviesa un momento económico difícil que se encuentra y profundiza el mal humor de la sociedad, su irritación y descontento. El aumento del salario mínimo no sólo es una medida de justicia, sino también una buena medida de política económica y, más importante, es un mensaje de cohesión social, de solidaridad y de unión entre todos los mexicanos. Un mensaje que podría anunciar un nuevo curso para nuestras viudedades y para toda la nación”.

Antes de este acto, tanto el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México como el Presidente Municipal de Guadalajara, expresaron la problemática de no existir un salario mínimo justo para millones de mexicanos, a lo que también hizo referencia el Rector de la Universidad de Guadalajara, Tonatiuh Bravo Padilla. Moderó la fase final del Foro, el diputado federal Carlos Lomelí Bolaños.

Alfaro Ramírez felicitó al Poder Legislativo por la realización del Foro y en particular al diputado Ismael del Toro, por impulsar el debate que reunió a especialistas de nivel extraordinario y confía en que tendrá repercusiones en Jalisco y el resto del país, ante la necesidad de implementar una política de salarios, “ya no una política de contención, de aumentos marginales bajísimos, sino otro política, una responsable, sensata, bien monitoreada, que cambie la tendencia del empobrecimiento de nuestra gente trabajadora”, y destacó el esfuerzo que ha hecho Mancera Espinoza desde hace dos años para debatir ese tema, por lo que el país entero debe reconocérselo y el Foro de hoy así lo demuestra.

Luego refirió que el ingreso laboral en el Estado está por debajo de la media nacional, “lo que es imperdonable para una economía del tamaño de Jalisco. Tenemos casi 294 mil trabajadores que ganan el mínimo, el siete por ciento de nuestra fuerza laboral, y algo muy inquietante: el 66 por ciento de los trabajadores que ganan el mínimo son mujeres”, lo que demuestra inequidad de género. Subrayó que México es el único país de toda América que no se ha propuesto una  política de recuperación salarial en lo que va del Siglo 21.

Mancera Espinoza agradeció a Alfaro Ramírez por su compromiso que le reconocerán los trabajadores y todo el país, “porque esta tarea y esta lecha así debe ser, no se debe detener. Igualmente reconoció al diputado Del Toro Castro por su interés en abordar el tema, como se lo manifestó con anterioridad, porque se requiere y es importante, ya que es para los que menos tienen, y también agradeció el interés del Rector Bravo Padilla por impulsar esa tarea.

Entre lo que manifestó, hizo notar el contenido del artículo123 de la Constitución federal. “Allí se dice claramente para qué es el salario mínimo; no es para las multas, no es para referir cuánto me va a costar un crédito; no es para ver cuánto me van a dar como prerrogativa como partido político, es para determinar cuánto debe ganar una persona para poder vivir con decencia, dignamente”, pero no se aplicó y se optó por un salario mínimo que va contra la Carta Magna, “de lo que requiere la gente y ahí construimos la economía”, lo que no debe ser y por eso dijo que  emprendió esa tarea. Después refirió que el mini salario debe girar sobre los 180 pesos diarios.

En su turno, el Rector de la U.deG. expresó que no se esperaba que desde la Ciudad de México se tratara el tema, hace dos años, lo que sin duda generó escozor en los círculos financieros del Gobierno Federal, por lo que ha sido positivo el resultado para ponerlo dentro de la Agenda Nacional, por iniciativa del Jefe de Gobierno Mancera Espinoza, porque ha obligado a que se analice.

A manera de conclusión resumió en tres puntos su consideración, al manifestar que sí hay incremento en la capacidad productiva del país, porque es un exportador neto de capitales. “Cada año, una gran cantidad de capitales, millones de dólares que se producen en el país, salen al extranjero y eso es una prueba palpable de que sí producimos riqueza, pero no se queda”.

Hizo notar que diez por ciento de la población en México vive con el 90 por ciento del ingreso nacional;  “90 por ciento de la población del país vive tan sólo con el diez por ciento de la riqueza. Esa es la expresión más cruda de la desigualdad que existe en México y entonces la respuesta sería: producción de riqueza sí hay, lo que hay es una inequidad en la distribución de la misma”.

Finalmente, dijo que sería inflacionario si se da un incremento del salario por arriba de las posibilidades de un aumento de la producción, por lo que está hablándose de un “incremento salarial que vele esencialmente por la recuperación que ha perdido a lo largo de los años el factor trabajo frente al factor capital”.

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