Con la participación de académicos y especialistas, se realizó en el Congreso del Estado de Jalisco el Foro “Por un Nuevo Constituyente y una Nueva Constitución”, en donde se abordó la pertinencia de generar un nuevo marco legal que sirve de base para hacer frente a muchos de los grandes retos que afronta México: desigualdad social, pobreza, precaria educación, corrupción, inseguridad y deficientes servicios públicos, entre otros.
El diputado José Luis Sánchez González fungió como anfitrión de los distintos ponentes, que expusieron el por qué consideraban necesario que México tuviera un renovado órgano encargado de dictar un nuevo orden jurídico, que vaya apegado a la realidad de los tiempos pero que también rescate los aspectos esenciales para alcanzar la igualdad entre los hombres y el respeto a las garantías individuales.
El legislador expuso que a poco tiempo de que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos cumpla sus primeros 100 años de vigencia, se han rebasado los 650 cambios y enmiendas; sin embargo, calificó la mayoría de ellos como regresivos.
“Hemos estado sujetos a un proceso de contrarreforma, que ha desvirtuado los principios y valores que dieron origen a nuestra Carta Magna. Tenemos una Constitución que nada tiene que ver con la que en su momento los constituyentes de 1917 concibieron; es radical y absolutamente distinta.
“Es fundamental pensar en esta situación que es toral para la vida nacional; hoy el constituyente es una falsa representación nacional, porque en realidad están sirviendo a intereses extra nacionales y ajenos al pueblo de México ,y en función de eso actúan y legislan” , manifestó Sánchez González.
Los invitados, desde distintos ángulos, coincidieron en que es vital la participación ciudadana para generar este cambio generalizado que altere en positivo la vida de los mexicanos. Talien Corona Ojeda, Alberto López Damían, Enrique López Lázaro y Santos Urbina Mendoza, argumentaron la necesidad de generar un nuevo constituyente y una nueva constitución. Se hizo la propuesta de impulsar un Constituyente Ciudadano y Popular, organismo que surja e integre a la totalidad de los sectores de la sociedad mexicana, en especial, aquellos que al día de hoy han sido excluidos e ignorados.
Manifestaron que los lamentables hechos ocurridos en Ayotzinapa, Guerrero, hace ya más de un año, constituyen el ejemplo perfecto de un estado fallido, donde la autoridad no sólo es carente de mantener a salvaguarda a sus ciudadanos, sino que participa de manera premeditada y alevosa en acciones en su contra; en este caso, la desaparición forzada de 43 jóvenes estudiantes.
Expusieron también que la nueva constitución deberá echar atrás los cambios que han resultado en contra del interés general. Por ejemplo, las modificaciones tendientes a la privatización de los servicios públicos, pues un estado neoliberal es considerado como un estado antinacional.
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