APROBADOS LOS DICTÁMENES PARA FINANCIAR LA MODERNIZACIÓN DEL TRANSPORTE PÚBLICO

Movimiento Ciudadano votó en contra y se plantearon cuestionamientos por falta de información que sustenten el apoyo estatal con este fin.

La Comisión de Hacienda y Presupuestos aprobó por mayoría de votos de los legisladores que la integran, que el Ejecutivo del Estado instrumente un programa de apoyo financiero para la renovación y modernización de “taxis”, autobuses para los concesionarios del transporte público, así como de los organismos públicos descentralizados que también proporcionan este servicio, por un monto global de mil tres millones de pesos.

Se trata de respaldar 100 millones de pesos para los taxistas, 280 millones para Servicios y Transportes, 295 millones para el Sistema de Transporte Colectivo de la Zona Metropolitana (SISTECOZOME), 48 millones para Sistema Tren Eléctrico (SITEUR) y 280 millones para concesionarios, permisionarios y subrogatarios.

Los dictámenes autorizan al Ejecutivo para que afecte ingresos que deriven de las participaciones federales que le correspondan o los recursos remanentes de la operación de uno o varios fideicomisos irrevocables de captación y/o administración y/o de fuente de pago y/o de ejecución y/o de garantía, para respaldar las obligaciones que asuma para el apoyo financiero en la implementación de dicho programa.

En el caso de los “taxis”, se pretende generar condiciones que faciliten la adquisición de autos que cumplan con características ecológicas, de seguridad y eficiencia, y se logre reducir emisiones de gases contaminantes, y sobre todo ofrecer a los usuarios mejoras en el servicio. Como garantía queda la unidad, los derechos de la concesión o permiso, y además se le solicita a cada taxista constituir un fondo de reserva por el equivalente a tres meses de la mensualidad a pagar; y el enganche que se cubra, a fin de que el Estado en ningún momento ponga en riesgo sus finanzas.

La línea de crédito es contingente, revolvente e irrevocable. Es contingente porque sólo se utilizará en el supuesto de un incumplimiento por parte del taxista (de hasta tres meses). Es revolvente porque se podrán financiar como tantos taxistas decidan adherirse al programa, y es irrevocable hasta que el último financiamiento se finiquite.

Por lo que se refiere a los organismos públicos descentralizados que se mencionan, el gobierno fungirá como aval y obligado solidario por los montos mencionados, y como garantía de pago, crearán una cuenta donde se hará la intervención con cargo a la caja, de los ingresos derivados del servicio, hasta que se cubra el total de financiamiento.

En cuanto a los concesionarios, permisionarios y subrogatarios, igual que los taxistas, se les pide en garantía la propia unidad, los derechos de concesión o permiso del camión y además se le solicita a cada concesionario un fondo de reserva con el equivalente hasta tres meses de la mensualidad a pagar; la recaudación o ingresos por los servicios prestados y el posible enganche el dueño lo pagará.

El Estado no financiará la totalidad de la unidad, el dueño del camión será quien pague los compromisos pactados. En el supuesto caso de que deje de cubrir las mensualidades (al menos dos) se les retirará la concesión vendiéndola a quien esté en posibilidad de pagar los montos pactados, regresando al propio Estado lo que en su momento haya dispuesto del crédito contingente, quedando así intacto el fondo que para tal efecto se creó, igual que como sucederá con los “taxis”.

Cuestionamientos

En la sesión de la Comisión de Hacienda presidida por el diputado Miguel Castro Reynoso, los diputados Clemente Castañeda Hoeflich y Ricardo Rodríguez Jiménez lo cuestionaron  reiteradamente sobre la falta de información financiera de los organismos públicos descentralizados, debido a que no la recibieron de parte de los funcionarios estatales que la habían ofrecido en reunión con los legisladores, con el propósito de que se justificara la aprobación del nuevo esquema de financiamiento para el transporte.

Luego de exponer la carencia de datos, el diputado Castañeda dijo que le preocupa que se estuvieran votando estos asuntos sin información suficiente, sin los mínimos elementos. “Es gravísimo que el Gobierno del Estado siga pensando que este Congreso es simple y sencillamente una ventanilla de trámites; que no merecemos un trato de corte institucional, donde los elementos para tomar las decisiones, en este caso los elementos financieros, estén sobre la mesa.

“O peor aún, que lo que tengamos aquí sea funcionarios que vienen en un ánimo aparente de apertura, de escuchar, de dialogar; nos dicen una cosa, finalmente no la cumplen y peor, cuando revisamos la información pública, terminan evidenciándose como mentirosos. Esa es la parte que este Congreso no puede permitir.

“Lo menos que podemos pedir en una situación de esta naturaleza, es que haya claridad, transparencia y pedirle al Gobierno del Estado que nos hable con la verdad. De otra forma, va a ser muy complicado que en un ánimo de construir soluciones integrales a los problemas del estado, podamos estar en un sentido de colaboración”. Por consiguiente, votó en contra.

Coincidió en los requerimientos que planteó el diputado Rodríguez Jiménez, sobre las finanzas en las que se encuentran los organismos estatales del autotransporte, ya que de acuerdo con datos que pudo obtener, se encuentran quebradas, con fuertes adeudos, además de que la que se hacen pública se encuentran desactualizada.

Aclaró que los datos que les proporcionaron para justificar la contratación de créditos, se refiere a los gastos e ingresos por camión, que poco aportan a conocer la situación real, por lo que ambos se inconformaron con la prisa y opacidad con la que se sometieron a votación los dictámenes, para su turno al Pleno del Congreso.

A petición expresa del diputado Rodríguez Jiménez, en la misma sesión, tampoco le dieron el dato sobre las deudas que tienen los organismos SISTECOZOME y Servicios y Transportes, que al decir del director del Órgano Técnico de Hacienda, es de aproximadamente 700 millones de pesos, pero ofreció entregársela después con más exactitud.

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